El aguacero convirtió las calles de la ciudad en un charco
quedó limpia la acera y un olor parecido al ozono sobrevolaba por las azoteas
llené de aire mis pulmones
cansados de tabaco
en una fuente sumergí mis manos
intentando asir la vida de la tormenta
sobre la barriada
un arco iris parecido al que tengo ahora de bufanda
me regó la memoria de un sinfín de colores
[El aguacero]
Música sin fin 2000
Dragones negros
Esparragosa de Lares
Los membrillos
Días de olivos
Nombres
El aguacero
Cierro los ojos
Un día los dioses
La Pedriza
Tres deseos
Patio y noche
Mar del sur
Cantábrico
Los dioses hablan por boca de los vecinos